Ya está aquí 2024 y desde OASIX queremos compartir los retos que nos planteará. No son nada desdeñables, teniendo en cuenta que el mercado es altamente cambiante. Entre ellos hay uno que es prioritario: seguir ayudando a las empresas a que controlen los costes de su transformación digital mediante la adopción del cloud y la apuesta por los entornos híbridos; pero también aprovechar las ventajas que nos proporciona la Inteligencia Artificial enfocada a nuestro negocio. Estas y otras tendencias son las que vislumbramos para 2024:
La nube se acerca al Edge
Teniendo el conocimiento de que solo el retraso de unos milisegundos puede afectar al tráfico, trasladar al Edge los recursos se convierte en un desarrollo fundamental. Sabemos que los clientes demandan cada vez más un acceso más rápido en un mayor número de ubicaciones a sus aplicaciones o plataformas. Ahí debemos estar. Para ello, como proveedores de la nube debemos afrontar el reto de facilitar la gestión dinámica de los recursos, ser flexibles y tener una buena capacidad de respuesta en un entorno cada vez más distribuido.
Esto implica que la gestión eficiente de los datos se centrará en el enfoque. Cada vez más habrá que poner el acento en que tanto el procesamiento como la gestión de los datos tengan lugar lo más cerca posible de su fuente, lo que se consigue diseñando una arquitectura de información en data centers de proximidad que estén en disposición de ofrecer un entorno seguro y optimizado. De esta manera, los clientes siempre sabrán dónde tienen sus datos.
Entornos híbridos y control de costes
Sabemos que las organizaciones tienen claro que deben seguir apostando por sus estrategias digitales en 2024. El último informe de Gartner habla de que realizarán un aumento en el gasto tecnológico situado en torno a un 8%.
Cada vez menos compañías apuestan por un modelo on premise puro. Las últimas cifras que se manejan en el sector hablan de que alrededor de un 70% de ellas prefiere un servicio de TI híbrido, en el que se combinan cloud pública, privada y centros de datos gestionados en sus propias instalaciones.
Con ese modelo híbrido, las empresas pueden controlar sus costes y beneficiarse de las ventajas que ofrece la nube, entre las que destacan el pago por uso, la flexibilidad, escalabilidad y la seguridad.
Inteligencia Artificial y centros de datos
Hay un hecho innegable que se ha hecho patente en 2023 y es que la Inteligencia Artificial va a necesitar numerosos recursos para seguir no solo desarrollándose, sino también dando respuesta a las necesidades de las organizaciones que apuesten por implementarla. Los modelos de lenguaje generativo necesitan unas capacidades de procesamiento y almacenaje mucho mayores que los de otros servicios digitales. Por ello, el avance de la IA va a requerir de una adaptación de las infraestructuras de TI y de los equipos de trabajo.
“La demanda de centros de datos tal como los conocemos hoy aumentará y cambiará drásticamente el aspecto de los centros de datos y su tecnología asociada en el futuro”
Brian Lewis, director general de asesoría de la firma consultora KPMG.
4. Sostenibilidad
Una investigación publicada por la Universidad de Cornell apunta a que para 2025, se prevé que los centros de datos consuman el 20% de la electricidad mundial y emitan hasta el 5,5% de las emisiones de carbono del mundo. Los últimos pasos que se están dando como abordar el fin de la era de los combustibles fósiles, hacen pensar que con el tiempo es posible que haya regulaciones, impuestos y otras acciones que impacten directamente en cómo se aborda el suministro de energía en los centros de datos.
En conclusión, algunas de las tendencias de cloud y data center que marcarán el 2024 serán el acercamiento de la nube al Edge, los entornos híbridos, el control de costes, el nuevo binomio inteligencia artificial y centros de datos y el reto de la sostenibilidad.